Cómo perdonar la infidelidad de mi pareja
Ser capaz de perdonar y dejar atrás las heridas del pasado es una herramienta importante en un matrimonio. Además, ser capaz de perdonar es una forma de mantener una buena salud, tanto emocional como física.
De hecho, perdonar y dejar ir es tal vez una de las formas más importantes de mantener su matrimonio fuerte. Algunas transgresiones son tan dañinas que un matrimonio no puede sobrevivir, pero el perdón aún puede funcionar.
Beneficios para la salud
Si te aferras a viejas heridas, decepciones, pequeñas molestias, traiciones, insensibilidad e ira, estás perdiendo tu tiempo y energía. Cuidar de su herida (ya sea real o percibida) durante mucho tiempo acabará convirtiéndola en algo más: odio y dolor extremo.
La falta de perdón también te hará caer. La falta de perdón puede tener consecuencias físicas y espirituales. El resentimiento gana terreno y debilita los cimientos de tu felicidad y tus relaciones. En cambio, comparte tus sentimientos.
Los expertos en salud de la Universidad Johns Hopkins informan de que el acto de perdonar puede reducir el riesgo de infarto, disminuir los niveles de colesterol, mejorar el sueño, reducir el dolor, disminuir la presión arterial y reducir los niveles de ansiedad, depresión y estrés. Los estudios también muestran que el perdón puede tener beneficios significativos.1
Cómo perdonar a tu pareja
Cuando eres víctima de una traición, hay diferentes técnicas que puedes utilizar para encontrar un espacio para el perdón. Considere cada uno de los enfoques y encuentre la combinación que mejor funcione para usted.
El daño que has sufrido puede marcar la diferencia. Por supuesto, perdonar a tu pareja por años de infidelidad es más difícil que perdonar un pequeño error (como olvidar pagar una factura a tiempo). Intenta ser paciente contigo mismo mientras pruebas diferentes estrategias.
- Acepta el perdón con el corazón abierto.
- Toma la decisión consciente de perdonar a tu pareja.
- Cuando las imágenes de la traición o el daño pasen por tu mente, piensa en un lugar tranquilo o haz algo para distraerte de estos pensamientos.
- No culpes a tu pareja de tus errores o equivocaciones en el futuro; no los utilices como munición en una discusión.
- Acepta que nunca sabrás la causa de la infracción, el comportamiento o el error.
- Evita buscar venganza o retribución; intentar desquitarse sólo aumentará el dolor y es poco probable que te sientas mejor.
- Recuerda que el perdón no significa que apruebes el comportamiento hiriente.
- Sé paciente contigo mismo. Se necesita tiempo para poder perdonar a tu pareja. No intentes acelerar el proceso.
- Si todavía no puedes perdonar, o si te encuentras revolcándote en la traición o el dolor, busca asesoramiento profesional para que te ayude a soltar y perdonar.
Cómo pedir perdón
Si eres la pareja que ha causado el daño, puedes pedir perdón para restablecer la confianza en la relación. Recuerde que debe darse tiempo a sí mismo y a su pareja durante todo el proceso.
- Muestra un verdadero remordimiento y arrepentimiento por el dolor que has causado.
- Prepárate para comprometerte a no volver a herir a tu pareja repitiendo el comportamiento hiriente.
- Acepta las consecuencias del comportamiento que ha causado el daño.
- Prepárate para enmendar la plana.
- Ofrece una disculpa verbal sincera, incluyendo un plan de acción para arreglar las cosas.
- Tenga paciencia con su pareja. A menudo se necesita tiempo para poder perdonarse a sí mismo. No reprimas el sentimiento de traición de tu pareja diciéndole que "lo supere".
El perdón en el matrimonio
El matrimonio, como otras relaciones íntimas, necesita el perdón para prosperar. Recuerda que todo el mundo comete errores. Todos tenemos días malos o de mal humor. La mayoría de nosotros decimos de vez en cuando cosas que no queremos. Todo el mundo necesita perdonar y ser perdonado.
Esto es especialmente cierto si la persona que te ha hecho daño intenta enmendar la situación y pedir perdón. Es aún más difícil si tu pareja no tiene remordimientos. Pero aun así, puede ser útil ofrecer el perdón.
Ninguna relación sana, especialmente un matrimonio, puede sostenerse por mucho tiempo sin el perdón. Pero recuerda que el perdón no es la absolución.